Noche Buena
Tengo la firme idea de que cada día puede ser lo que uno quiera: un día emocionante o un día de descanso; un día de logros o de nuevos intentos y de igual manera, creo que cada día elegimos cómo sentirnos y que la felicidad, por ejemplo, es una decisión de todos los días. Pero hay un día, o mejor, una noche en la que no elegimos, sino que es ella quien nos elige a nosotros para hacernos felices, porque esa es, simplemente, la mejor noche del año: la Noche Buena.
En Noche Buena, la casa donde vivimos todos los días, no es la misma casa; es una completamente distinta porque hoy ella huele a pino, a nueces, a dulces y postres y platillos especiales que solo disfrutamos en momentos importantes. La casa se llena no solo de gente sino de amor y las conversaciones antes calmadas, son hoy intensas y llenas de carcajadas.
En Noche Buena hay compras de último minuto, pero son compras que no nos traen angustias sino una inmensa alegría, porque sabemos que todas ellas, van a convertirse en regalos de distintos tamaños que le arrancarán sonrisas y harán brillar los ojos de aquellos a los que tendremos cerca.
En Noche Buena hacen clic las copas cuando se chocan para brindar por los sentimientos más profundos: por los que nos dejaron hace tiempo, por los que están a punto de llegar para hacer que la familia sea aún más grande, por los logros alcanzados a pulso y por las segundas oportunidades para volver a comenzar.
La Noche Buena, la más buena de las noches, es la oportunidad perfecta para que la felicidad nos toque; porque siendo un día en donde tanta magia se encuentra, en donde tanto amor vive en el aire y donde las esperanzas renacen con tanta fuerza; lo único que podemos hacer para agradecerle a la vida por darnos un día tan lindo, es compartir con ella toda esa felicidad, repartirla, compartirla, multiplicarla y hacer que las sonrisas nunca paren.
En esta Noche Buena, desde aquí te deseamos todo el amor, las alegrías y las buenas noticias que te puedan llegar.
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