Declaración De Navidad

Hay momentos en la vida en que todo funciona distinto, en donde todo es un poco mejor. Lunes que se hacen menos lunes cuando salimos a almorzar con amigos para romper la rutina; semanas que se convierten en una cuenta regresiva para el día de nuestro cumpleaños; pero aún mejor que eso, hay un mes en donde todo se tiñe de un color especial: ¡bienvenido, diciembre! ¡bienvenida la Navidad y su color alegría!

Desde la primera semana de diciembre y hasta algún momento de enero, nos declaramos oficialmente en Navidad y por ende, declaramos que toda actividad que tenga lugar en ese lapso, deberá estar cubierta por un profundo color alegría.

Declaramos que cuanto antes, debes llamar a tus papás, hermanos, amigos o a las personas que más quieras en el mundo e invitarlas a llenar de luces y adornos un enorme árbol de Navidad que invada tu casa con el inconfundible olor a pino que nos sitúa, aún con los ojos cerrados- en uno de los momentos más felices del año.

Declaramos que las dietas, hechas con tanto cuidado y mesura, pueden tomarse unas vacaciones de fin de año para que tú puedas recordarle a tu paladar, lo reconfortante que es un chocolate caliente junto al fuego o unas galletas dulces recién salidas del horno.

Declaramos que las mesas no pueden ser pequeñas o que de serlo, debes poner a prueba toda tu creatividad para emplear sillas, escaleras o cojines como pequeñas mesas auxiliares que le sirvan a todos los comensales para disfrutar de las increíbles cenas navideñas que van a disfrutar.

Declaramos que los malos entendidos han de ponerse en pausa y cambiar los desacuerdos políticos por un juego de historias en donde cada uno comparta las mejores anécdotas vividas junto al otro.

Declaramos que no importa cuánto valgan los regalos que rodeen el árbol, porque cada uno sabrá en su corazón, que lo que nos damos unos a otros, tiene adentro el incalculable valor del amor que le pusimos al hacerlo, al comprarlo o al envolverlo en el más lindo papel de colores.

Y por encima de todo, declaramos que todo lo que suceda en esta Navidad, esté cubierto de color alegría: que nos llenemos de besos, que nos abracemos con el alma, que las únicas lágrimas sean las de la felicidad y que solo nos sonrojen las palabras bonitas.